El libro de Cristina


©Sandro Centurión
Compré el libro de Cristina, el que ya va por la cuarta edición en menos de un mes desde que salió. Cuando fui a hacer el pedido a la librería, (porque como muchos tuve que hacer una reserva y esperar), lo pedí así: el libro de Cristina, no lo pedí por su título oficial "Sinceramente", le dije expresamente a la vendedora quiero: "el libro de Cristina", y ella lo entendió sin ninguna necesidad de aclaración. Creo que la mayoría lo pide así.
El fenómeno editorial que se da con este libro está indudablemente atado a la figura de la persona de CFK, es el libro de ella, la pertenencia le es otorgada desde adentro y desde afuera por la sincrónica relación entre la autora y la gente.
Entonces el libro de Cristina es Cristina, un pedacito de ella, sus palabras, sus ideas, acaso su mensaje para este presente. No creo que sea un libro pensado para la posteridad, es un libro para el hoy, para este presente que se constituye en el referente obligado de enunciación.
Y la gente lo compra, lo está comprando desde antes de que se termine de secar la tinta de la imprenta. La gente, (no hablo de lectores sino de la gente), quiere el libro, quiere tenerlo en la mano, quiere hacerse una selfie con el libro y publicarlo en el face, es un objeto valioso porque es el libro de ella, que vuelve, que reaparece y hace tremendo lío desde la trinchera más inesperada pero desde el lugar de mayor comodidad, y que supo conquistar; desde el lugar de las palabras, del discurso largo pero preciso, visceral pero comprometido.
La gente quiere el libro, y a una parte de la sociedad esto lo sorprende, no lo entiende, acaso porque no terminan de darse cuenta de que la gente quiere el libro no por lo que pueda decir el libro, sino porque, sinceramente, la gente "quiere" a Cristina.

Comentarios

  1. Comparto plenamente esta mirada, más que un libro. nos llevamos un poquito de Cristina.

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  2. Y cada uno se fabrica a sus ídolos, como a su dios o a sus dioses. Hay quienes piensan que Cristina es Cristina, alguien cercana, alguien de cerca. Otros, más arriesgados en su fantasía de creación, piensan que es una heroína. Para mí es política, un verdadero animal político, un cuadro mucho más valioso que los que hablan de ella, incluyendo al inefable presidente que tenemos hoy. Pero no deja de ser eso, política. No reviste otra cosa. El que la quieran hacer ver así es distinto. Para mí Cristina es Kirchner, o Fernández. Es política y no pienso que ningún político haga las cosas desinteresadamente. Pero el populismo quiere convencer de eso, que los que están ahí arriba miran a los de abajo con verdadero sentimiento, con empatía, pero está muy lejos de ser así. Igual, excelente lo que decís y cómo lo decís Sandro. Abrazo grande.

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    1. Comparto mucho de lo que decís Alejandro, sobre todo respecto de la relación entre la política, los poderosos y el resto. Es un fenómeno que supera los tiempos y abre al análisis y las miradas desde diferentes lugares. Considero que cuanto más lo podamos hablar, escribir y discutir podemos echar algo de luz sobre esta peculiar fenomenología humana. Abrazo y gracias por comentar.

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