Cocinero japonés
La templanza y disciplina del cocinero japonés que corta velozmente una zanahoria en pequeñas rodajas de igual tamaño. Aunque por un instante pierde el control de su propia fuerza y rebana uno de sus dedos no se detiene, ni siquiera pestañea. Continúa y rebana sus dedos, luego, su mano, su brazo, su omóplato, sus costillas, el esternón, el cuello, la cabeza y las piernas hasta que sobre la mesa sólo queda un montón de pequeños trozos de carne, y un cuchillo apenas salpicado por unos hilitos de sangre.
Se hace un harakiri como quien hace un sofrito.
ResponderEliminarVivan los programas de cocina!!!
Así es, gracias por leer y comentar. Saludos
EliminarDigo, no me parece intencional, de ser así pudo haber saltado dentro de una licuadora de cemento.
ResponderEliminarFascinante. Muy bueno, Sandro.
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