Un trámite
Al final fue un trámite. Apenas hubo que completar un formulario con buena letra, fotocopias del DNI y de la partida de nacimiento, la huella dactilar, un testigo, una firma aquí y otra allá y listo.
Ahora, todo está en regla. Mañana, bien temprano, el pelotón de fusilamiento vendrá a buscarme.
Genial! Esto sí que es final inesperado eh!
ResponderEliminarQué buen final, Sandro. Un microcuento de primera.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, bonito blog. Por ciertro, acabo de iniciar el proyecto 365: escribir un relato por cada día del año. Si quieres seguirme, mi blog es: http://pepitas-de-oro.blogspot.com.es
ResponderEliminar